Absurda la noche
húmeda y ridícula
marea sin sentido
en la habitación.
Y tú sin desvelo,
con párpados ánclas
burlones párpados,
indiferentes.
Y yo sombra apenada,
con suspiro apenas
pero siempre silenciosa.
A tu lado,
fiel y firme roca.
No pasa nada.
No mientras dure la noche
hoy, mañana,
en el desierto.
Donde me funda con el polvo
o me vuelva a los cerros.
Pero nunca a la altura
de tus expectativas.
Muda para ti,
una roca.
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